Quiénes somos

Buena pregunta, ¿verdad?

Ya es difícil responderla sólo sobre uno mismo, ¿quién soy?

Imagina cuando tienes que contestarla también en nombre de otros, ¿quiénes somos?

Para esto has de ponerte en los zapatos del que tienes al lado, de tus compañeros de trabajo, de los miembros de tu Familia, de tus clientes, ¿qué pensarán ellos de todo esto?

¡Somos el resultado de tantas cosas! De nuestros antepasados originarios de la Sierra de Grazalema, allá por el siglo XVII, de su establecimiento en Jerez, de nuestra dedicación a la agricultura, ahora agroindustria, de nuestro compromiso social y de tantas y tantas decisiones tomadas desde entonces hasta ahora.

Nuestras referencias cercanas son agrícolas e ilustradas, nuestro abuelo, D. José Ramón García de Angulo Romero, se doctoró como Ingeniero Agrónomo ocupando a lo largo de su vida varios cargos relevantes, entre ellos Presidente del Consejo Regulador del Vino de Jerez y Presidente del Consejo Superior Agronómico.

Casado con Dña. Ángela de la Calle Jiménez, tuvieron ocho hijos, a los que paulatinamente les fueron traspasando la gestión y la dirección del negocio agrícola.

Si quisiéramos descubrir el origen reciente de nuestra Empresa Familiar seguramente lo encontraríamos en ese espíritu de unión familiar y preocupación social inculcado por nuestros abuelos Ángela y José Ramón. Espíritu que aún perdura en las nuevas generaciones de nuestra Familia.

La Sierra, el mar y el campo siempre han estado muy presentes en nuestra Familia, pero es a partir de 1986, cuando nuestro tío Fernando Andrés López, natural de Burgos, propone a sus cuñados embarcarse en una nueva aventura, la distribución de automóviles mediante la Concesión del fabricante Ford.

Con la experiencia y la capacidad de Fernando Andrés, Fundador y Consejero Delegado del Grupo, y con el apoyo incondicional, en lo profesional y en lo personal, que a lo largo de todos estos años le brinda Jesús Ruiz Ferreiro, se forma un equipo humano excepcional, liderados por Rafael Bedoya O’Neale, en unos tiempos en los que el sector no atravesaba su mejor momento.

Bajo el nombre de Jerez Motor, Concesionario Oficial Ford, gracias a unos magníficos profesionales y con el apoyo de nuestra Familia, nace una forma de trabajar y de relacionarse con los clientes que enseguida empieza a cosechar sus primeros logros.

Jerez Motor era, más que una empresa, una gran familia donde los éxitos y los fracasos, que también los hubo, se compartían entre todos y por todos.

Este equipo humano ha sido el origen y el vivero de todo el crecimiento que nuestra Empresa Familiar ha tenido a lo largo de estos años, donde valores como la cercanía y la concienciación social han sido y siguen siendo fundamentales.

Desde aquí el agradecimiento a todos nuestros trabajadores por su esfuerzo y por su compromiso con el proyecto empresarial desde su inicio; a los más veteranos por haber sido y ser ejemplo para las nuevas incorporaciones, lo que nos ha permitido mantener unidas la experiencia, la innovación y la formación en nuevas tecnologías.

Años más tarde, y con el mismo espíritu, nos hemos ido embarcando en nuevos proyectos dentro del sector, Solera Motor, Concesionario Oficial Volkswagen y Audi (1997), Atalaya Motor, Concesionario oficial Audi (2001), Jaracar Motor, Concesionario Oficial Fiat, Alfa Romeo y Jeep (2008), Guadalete Motor, Concesionario Oficial Hyundai (2008), Tempul Motor, Concesionario Oficial Mazda (2010), Audi Center Campo de Gibraltar, Concesionario oficial Audi (2012) Grazalema Motor, Concesionario Oficial Skoda (2014), Bundes Parts, Distribuidor Oficial Pro Service del Grupo Volkswagen (2018)…

Aunque ya existía en la mente y en el corazón de todos, no es hasta finales del año 2014 cuando nos constituimos formalmente como grupo de empresas, bajo la denominación Grupo Solera.

A lo largo de estos años hemos tomado infinidad de decisiones, muchas acertadas y otras muchas equivocadas. Gracias a Dios, y a la ilusión con que afrontamos el futuro, aquellas han pesado más que éstas y nos animan a seguir dando lo mejor de nosotros mismos por el bien de nuestros equipos y de nuestros clientes.

La preocupación por el empleo y por el buen ambiente laboral, nuestra cercanía y familiaridad, la austeridad de nuestra Familia reinvirtiendo en la Empresa la mayor parte de los resultados positivos y arrimando el hombro cuando no lo fueron, nuestra ilusión por devolver a la sociedad una parte importante de lo que de ésta hemos recibido; y ponernos siempre en manos de la Divina Providencia, después de haberlo dado todo de nosotros mismos, nos transmiten la confianza necesaria para seguir tomando decisiones pensando en el futuro.